Te quiero contar un poco de mi historia, sobre cómo ha sido mi camino y por qué estos temas me apasionan y me mueven tanto.
Vivimos en un mundo en el que una de las pandemias más grandes es el sentirnos “NO SUFICIENTES”.
Desde que nacemos, estamos siendo bombardeados por los medios de comunicación y las redes sociales día y noche acerca de cómo debería de ser una vida ideal, de cómo deberíamos de actuar, cómo debería de lucir nuestro cuerpo y de cuál es el estándar que debemos alcanzar para ser aceptados y exitosos.
Por eso estamos condicionados a ver que siempre nos hace falta algo más para ser felices, para ser aceptados y amados.
Por muchos años fui mi más grande enemiga, me sentía incómoda e infeliz con la manera en la que era mi vida, mi forma de ser y con la manera en la que me veía.
No me sentía suficiente, mi relación conmigo misma era total y absolutamente negativa.
Por muchos años de mi vida cuando me paraba enfrente del espejo odiaba lo que veía.
Toda mi infancia y adolescencia viví en un mundo en el que día a día estaba rodeada de críticas y burlas. De forma que estos comentarios tan negativos me llevaron a convertirme en la peor juez de mi misma.
Esto me llevó a una búsqueda profunda para encontrar respuestas.
NO PODÍA SER LA ÚNICA FORMA DE VIVIR.
Elegí estudiar diferentes métodos y técnicas de sanación energética, emocional, nutrición y diversas especialidades para profundizar en el conocimiento del cuerpo, emociones, pensamientos y la forma en que se relacionan para lograr cambios desde la raíz en la relación con nosotros mismos.
No nos enseñaron que la relación más importante que tenemos en la vida es con nosotros mismos.
Mi vida dió un giro radical cuando comencé a reprogramar mi mente a nivel subconsciente, cuando comencé a utilizar y enseñar las diferentes técnicas en las que me he certificado que te quiero compartir...